Salimos de Lubian por una pista de concreto hasta el Santuario de la Virgen de la Tuiza y luego el inicio de la subida al puerto de la Canda. La subida es brutal (empinada, muchas piedras, difícil); llegamos a la cima donde vemos el rotulo de la provincia de Orense. Ya estamos en Galicia y dejamos Castilla-Leon. La vista desde lo alto es preciosa. Valió la pena la subida. Aprovechamos y tomamos un largo descanso comiéndonos unas frutas que teníamos en la mochila. Hacia un viento salvaje y teníamos frío pero con el sol en frente. Nos sentíamos bien pero cansados.
La bajada no fue tan fuerte como pensábamos. Seguimos hacia Vilavella donde nos paramos a comer en un hostal. Nos tomamos el caldo gallego de primero y merluza/lomo de cerdo de segundo. Aunque el caldo estaba bien, no compara ni tiene el sabor del que comemos en Puerto Rico (en mi humilde opinión) especialmente el que tomamos en El Antiguo Bilbao en Puerto Nuevo (avenida Roosevelt). Aprovecho esta oportunidad para saludar a todo el personal del Bilbao y su gran clientela.
De Vilavella seguimos el camino conducidos por la flechas amarillas pintadas en enormes piedras de granito, muy abundantes por estas tierras. El camino esta bastante empedrado poblado de robles y brezas por zonas de hermosos prados a veces encharcados donde se salva el agua caminando sobre grandes losas de granito que gentilmente ha colocado la Xunta de Galicia (gobierno de la comunidad autónoma Gallega).
Finalmente llegamos a La Gudiña (A Gudiña en Gallego) situada en las estribaciones de los sistemas montañosos que dividen las provincias de Orense y Leon. Fuimos directamente al estupendo albergue municipal muy bien equipado. Después de asearnos, fuimos a cenar al Bar del Peregrino donde nos atendieron muy bien. Juan Antonio estaba en control de la situación y manejando muy bien todo. Cenamos caldo Gallego y pulpo a la gallega con patatas que estaban bien deliciosos. Una super bienvenida gastronómica a Galicia.
Después de comer y probar el ya protocolario chupito de orujo, regresamos al albergue a dormir. Como a las 1:00, cuando todos estábamos dormidos, escuchamos a gente tocando fuertemente la puerta del albergue. Cuando alguien le abrió, entraron el Canadiense y la Alemana totalmente borrachos y haciendo un montón de ruido. Se habían quedado en el bar tomando chupitos de orujo de yerbas que es bastante dulce y mortal para el que toma de mas. Formaron un escandalo cuando entraron; el Canadiense no encontraba su cama de dormir y empezo a meterse en otras camas. La alemana, mas recatada, se fue a su sitio sin problemas. Se formo un pequeño caos y todos el mundo se despertó. Después de varios gritos y amenazas, el Canadiense se recogió en su sitio. Empezo a cantar en sueños mas tarde. Un verdadero desastre. Moraleja: beber prudentemente.
Hasta la proxima. Manuel
La bajada no fue tan fuerte como pensábamos. Seguimos hacia Vilavella donde nos paramos a comer en un hostal. Nos tomamos el caldo gallego de primero y merluza/lomo de cerdo de segundo. Aunque el caldo estaba bien, no compara ni tiene el sabor del que comemos en Puerto Rico (en mi humilde opinión) especialmente el que tomamos en El Antiguo Bilbao en Puerto Nuevo (avenida Roosevelt). Aprovecho esta oportunidad para saludar a todo el personal del Bilbao y su gran clientela.
De Vilavella seguimos el camino conducidos por la flechas amarillas pintadas en enormes piedras de granito, muy abundantes por estas tierras. El camino esta bastante empedrado poblado de robles y brezas por zonas de hermosos prados a veces encharcados donde se salva el agua caminando sobre grandes losas de granito que gentilmente ha colocado la Xunta de Galicia (gobierno de la comunidad autónoma Gallega).
Finalmente llegamos a La Gudiña (A Gudiña en Gallego) situada en las estribaciones de los sistemas montañosos que dividen las provincias de Orense y Leon. Fuimos directamente al estupendo albergue municipal muy bien equipado. Después de asearnos, fuimos a cenar al Bar del Peregrino donde nos atendieron muy bien. Juan Antonio estaba en control de la situación y manejando muy bien todo. Cenamos caldo Gallego y pulpo a la gallega con patatas que estaban bien deliciosos. Una super bienvenida gastronómica a Galicia.
Después de comer y probar el ya protocolario chupito de orujo, regresamos al albergue a dormir. Como a las 1:00, cuando todos estábamos dormidos, escuchamos a gente tocando fuertemente la puerta del albergue. Cuando alguien le abrió, entraron el Canadiense y la Alemana totalmente borrachos y haciendo un montón de ruido. Se habían quedado en el bar tomando chupitos de orujo de yerbas que es bastante dulce y mortal para el que toma de mas. Formaron un escandalo cuando entraron; el Canadiense no encontraba su cama de dormir y empezo a meterse en otras camas. La alemana, mas recatada, se fue a su sitio sin problemas. Se formo un pequeño caos y todos el mundo se despertó. Después de varios gritos y amenazas, el Canadiense se recogió en su sitio. Empezo a cantar en sueños mas tarde. Un verdadero desastre. Moraleja: beber prudentemente.
Hasta la proxima. Manuel