La mañana de hoy amaneció bien fría No queríamos desayunar en el bar que nos tomaron el pelo y, después de contarle a Dorita lo que nos ocurrió ella se ofreció a prepararnos desayuno en su casa por un precio módico. Pagamos 2 Euros por cabeza y Pablo le dio una buena propina que acepto con cierta temeridad. Dorita había preparado café tostadas, Colacao (que Pablo por primera vez probo -- muy popular en el desayuno aquí en España; es como chocolate en polvo que se le añade leche caliente) y madalenas.
Nos preparamos a caminar. Agustin conoció a través del esposo de la bruja (el esposo era una persona bien simpática y nos quería ayudar) un "atajo" que nos iba a ahorrar 5 kilómetros. Consistía en rodear el proximo pueblo, Granja de Moreruela. Lo tomamos y nos perdimos. Llegamos a una cantera y tuvimos que regresar. Perdimos como una hora y no ganamos nada de kilometraje. Así es el camino; a veces los atajos traicionan a uno. No es facil.
Llegamos al río Esla y cruzamos el bello puente medieval. El camino nos llevo hasta la mismísima orilla del río caminando por una vereda bien difícil con muchas piedras. El agua estaba apenas a un metro de distancia. En algún momento, tuve que hasta arrodillarme para subir una piedra bastante alta. Después de subir el acantilado que estaba bien empinado, la cima nos ofrecía unas vistas excepcionales del inmenso río, bosque, y el puente medieval en la distancia (ver fotos).
Seguimos por el bosque en dirección a Faromontana de Tabara. No habíamos comido nada en todo el día excepto algunas frutas. En el bosque por poco nos perdimos. Pablo se fue adelante y se desapareció. Gracias por los teléfonos moviles nos pudimos encontrar finalmente. El se fue por una ruta diferente a las nuestras pero nos encontramos. Ya era tarde (17:00) y estar en el bosque a esa hora y perdido no es muy agradable. Después de caminar unas rectas impresionantes, llegamos a Faromontana. Eran las 18:00. Comimos unos bocadillos de tortilla francesa con jamon en el bar del pueblo y continuamos la marcha en dirección a Tabara.
Llegamos a Tabara y era de noche. Agustin de nuevo nos recibió y fuimos primero a refrescarnos. Aquí se nos unió Juan Antonio Hernandez, amigo de un buen amigo mio Español, que quería hacer el Camino con nosotros hasta Santiago. Juan Antonio ha hecho el camino francés 4 veces y el de la Plata una vez. Muy conocedor del camino y su historia, tambien ha sido hospitalero varias veces en diferentes lugares. Lo recibimos con los brazos abiertos y le agradecimos que estuviera con nosotros y se nos uniera; ya el grupo es de 5 personas incluyendo a Agustin que aunque no camina con nosotros (el es muy rápido), siempre lo vemos en el albergue y comparte con nosotros desayunos y cenas.
Fuimos al albergue municipal que estaba bastante lejos del pueblo. Ya era de noche. Antes pasamos por la casa del "alguacil" (representante del alcalde) para que nos sellara las credenciales.
Después de asearnos, salimos a cenar al Bar los Robles en el centro del pueblo. Eran las 23:00. Comimos paella, lomo, ensalada y postre acompañado por el vino de la casa. Pablo pidió los ingredientes para el trago del peregrino que ejecuto correctamente. Los otros, chupito de orujo blanco.
Salimos del bar hacia el albergue. El cielo estaba estrellado y se veía fastantico ya que la iluminacion en los alrededores era poca. La gente que vive en ciudades no tiene la dicha de ver este espectáculo.
Hasta la proxima. Manuel
Nos preparamos a caminar. Agustin conoció a través del esposo de la bruja (el esposo era una persona bien simpática y nos quería ayudar) un "atajo" que nos iba a ahorrar 5 kilómetros. Consistía en rodear el proximo pueblo, Granja de Moreruela. Lo tomamos y nos perdimos. Llegamos a una cantera y tuvimos que regresar. Perdimos como una hora y no ganamos nada de kilometraje. Así es el camino; a veces los atajos traicionan a uno. No es facil.
Llegamos al río Esla y cruzamos el bello puente medieval. El camino nos llevo hasta la mismísima orilla del río caminando por una vereda bien difícil con muchas piedras. El agua estaba apenas a un metro de distancia. En algún momento, tuve que hasta arrodillarme para subir una piedra bastante alta. Después de subir el acantilado que estaba bien empinado, la cima nos ofrecía unas vistas excepcionales del inmenso río, bosque, y el puente medieval en la distancia (ver fotos).
Seguimos por el bosque en dirección a Faromontana de Tabara. No habíamos comido nada en todo el día excepto algunas frutas. En el bosque por poco nos perdimos. Pablo se fue adelante y se desapareció. Gracias por los teléfonos moviles nos pudimos encontrar finalmente. El se fue por una ruta diferente a las nuestras pero nos encontramos. Ya era tarde (17:00) y estar en el bosque a esa hora y perdido no es muy agradable. Después de caminar unas rectas impresionantes, llegamos a Faromontana. Eran las 18:00. Comimos unos bocadillos de tortilla francesa con jamon en el bar del pueblo y continuamos la marcha en dirección a Tabara.
Llegamos a Tabara y era de noche. Agustin de nuevo nos recibió y fuimos primero a refrescarnos. Aquí se nos unió Juan Antonio Hernandez, amigo de un buen amigo mio Español, que quería hacer el Camino con nosotros hasta Santiago. Juan Antonio ha hecho el camino francés 4 veces y el de la Plata una vez. Muy conocedor del camino y su historia, tambien ha sido hospitalero varias veces en diferentes lugares. Lo recibimos con los brazos abiertos y le agradecimos que estuviera con nosotros y se nos uniera; ya el grupo es de 5 personas incluyendo a Agustin que aunque no camina con nosotros (el es muy rápido), siempre lo vemos en el albergue y comparte con nosotros desayunos y cenas.
Fuimos al albergue municipal que estaba bastante lejos del pueblo. Ya era de noche. Antes pasamos por la casa del "alguacil" (representante del alcalde) para que nos sellara las credenciales.
Después de asearnos, salimos a cenar al Bar los Robles en el centro del pueblo. Eran las 23:00. Comimos paella, lomo, ensalada y postre acompañado por el vino de la casa. Pablo pidió los ingredientes para el trago del peregrino que ejecuto correctamente. Los otros, chupito de orujo blanco.
Salimos del bar hacia el albergue. El cielo estaba estrellado y se veía fastantico ya que la iluminacion en los alrededores era poca. La gente que vive en ciudades no tiene la dicha de ver este espectáculo.
Hasta la proxima. Manuel