Desayunamos temprano en el hostal. Llamamos a un taxi para que nos llevara de vuelta a Cáparra y pagamos la cuenta. En Cáparra, procedimos a tomar fotos, caminar por la ruinas y visitar un museo en que nos enseñaron un bonito vídeo de como era Cáparra en el siglo l DC. Obviamente, era una ciudad importante en la Vía de la Plata donde pasaban muchos mercaderes que iban o salían de Merida hasta el otro punto importante en la Vía, la ciudad de Astorga en el norte.
Nos quedamos hasta medio día y nos preparamos a caminar. Una de las personas del museo señalo hacia el cielo y nos dijo que viéramos a varios buitres volando y Pablo le dijo que nos estaban siguiendo ya por varias etapas para ver quien de nosotros tres caía en el camino. En el camino, nos encontramos a Agustin (59 años), un peregrino Español (de Guijon, Asturias) que su hobby es caminar -- ya ha hecho el francés y esta en la Plata. También ha hecho el camino del Cid que empieza cerca de Burgos y termina en Valencia, creo. Una persona muy pintoresca que conoce bastante sobre la España histórica. También, nos encontramos con un peregrino Italiano (66 años) que quiere llegar a Santiago bien rápido. Camina como un loco; se levanta al amanecer y camina mas de 40 kilómetros al día. Tremendo.
Seguimos el camino desde el Arco en dirección a Aldeanueva. Caminamos bastante por la carretera y, cerca de un cruce importante, llegamos a un bar para almorzar. Eran las 15:00. El bar Parrilla se dedica a carnes en la parrilla como su nombre indica. Nos sirvieron de primero unas patatas revueltas con chorizo y chicharrón que estaban de maravilla y después, filete de ternera (Manuel), churrasco (Julio) y lomo de cerdo para Pablo. Postre y vino de la casa. Estábamos super llenos y nos quedaban 8 kilómetros. No es fácil.
Seguimos`por la carretera nacional 630 y nos encontramos con el camino cerca del pueblo. Después de comer tanto, se encuentra uno bien lento y mas agotado que nunca. El sol tampoco ayuda.
Entrando al pueblo, pronto vimos el albergue municipal administrado por Doña Balbina que nos sello la credencial y nos cobro (por voluntad) 5 Euros por cabeza. Nos fuimos a visitar el pueblo tan pronto dejamos las mochilas y cambiamos de zapato; nos refrescarnos, y tomamos fotos. Un puente medieval divide el bonito pueblo. En el bar de la casa del pensionado, Pablo se comió una hamburguesa que se veía muy bien y Julio una ración pequeña de callos a la madrileña que yo probé y no la encontré muy buena. A Julio le gusto. La encontré con mucho pimentón agridulce (típico de la región y especialmente de este pueblo -- de hecho, compre varias latas de pimentón al día siguiente para llevar a casa ; tienen sabor dulce, picante, y agridulce).
Regresamos al albergue y, después de asearnos, liquidamos la morcilla que habíamos comprado en Aldehuela del Jerte con pan bajado con vino que compramos en el bar del pensionado.
Nos retiramos a dormir. Ya esta haciendo un poco de frío.
Hasta la proxima. Manuel
Nos quedamos hasta medio día y nos preparamos a caminar. Una de las personas del museo señalo hacia el cielo y nos dijo que viéramos a varios buitres volando y Pablo le dijo que nos estaban siguiendo ya por varias etapas para ver quien de nosotros tres caía en el camino. En el camino, nos encontramos a Agustin (59 años), un peregrino Español (de Guijon, Asturias) que su hobby es caminar -- ya ha hecho el francés y esta en la Plata. También ha hecho el camino del Cid que empieza cerca de Burgos y termina en Valencia, creo. Una persona muy pintoresca que conoce bastante sobre la España histórica. También, nos encontramos con un peregrino Italiano (66 años) que quiere llegar a Santiago bien rápido. Camina como un loco; se levanta al amanecer y camina mas de 40 kilómetros al día. Tremendo.
Seguimos el camino desde el Arco en dirección a Aldeanueva. Caminamos bastante por la carretera y, cerca de un cruce importante, llegamos a un bar para almorzar. Eran las 15:00. El bar Parrilla se dedica a carnes en la parrilla como su nombre indica. Nos sirvieron de primero unas patatas revueltas con chorizo y chicharrón que estaban de maravilla y después, filete de ternera (Manuel), churrasco (Julio) y lomo de cerdo para Pablo. Postre y vino de la casa. Estábamos super llenos y nos quedaban 8 kilómetros. No es fácil.
Seguimos`por la carretera nacional 630 y nos encontramos con el camino cerca del pueblo. Después de comer tanto, se encuentra uno bien lento y mas agotado que nunca. El sol tampoco ayuda.
Entrando al pueblo, pronto vimos el albergue municipal administrado por Doña Balbina que nos sello la credencial y nos cobro (por voluntad) 5 Euros por cabeza. Nos fuimos a visitar el pueblo tan pronto dejamos las mochilas y cambiamos de zapato; nos refrescarnos, y tomamos fotos. Un puente medieval divide el bonito pueblo. En el bar de la casa del pensionado, Pablo se comió una hamburguesa que se veía muy bien y Julio una ración pequeña de callos a la madrileña que yo probé y no la encontré muy buena. A Julio le gusto. La encontré con mucho pimentón agridulce (típico de la región y especialmente de este pueblo -- de hecho, compre varias latas de pimentón al día siguiente para llevar a casa ; tienen sabor dulce, picante, y agridulce).
Regresamos al albergue y, después de asearnos, liquidamos la morcilla que habíamos comprado en Aldehuela del Jerte con pan bajado con vino que compramos en el bar del pensionado.
Nos retiramos a dormir. Ya esta haciendo un poco de frío.
Hasta la proxima. Manuel