
Fue una buena e inolvidable aventura muy difícil de explicar y relatar. Espero que los diarios que hemos escrito les hayan dado una muestra de esta experiencia que hemos tenido por España. Aunque todos hemos hecho el camino francés, no teníamos idea lo que la Ruta de la Plata nos iba a dar. Formamos un grupo excepcional. Pablo, Julio, y Manuel (que esta escribiendo pero es el mensaje de todos) entramos como amigos y terminamos como hermanos como me dijo Victor Rivera Esteras cuando terminamos el camino francés. No conocíamos a Juan Antonio antes del camino pero esas 2 semanas que pasamos juntos se concreto una buena amistad. Nos reímos un montón con Flannagan; tremendo ser humano. Ya tendremos oportunidad de reunirnos; no creas, Juan Antonio, que te vamos a olvidar y que no vas a saber mas de estos puertorriqueños. Nos gustaría que conocieras a Puerto Rico. Ya hablaremos sobre esto.
Es difícil plasmar en algunas oraciones lo que aconteció en el camino; hay que vivirlo personalmente. Decíamos en el camino que hay que "sudar sangre" y "sufrir en silencio”; lo decíamos en broma pero en algunas momentos fue una verdadera realidad.
Conocimos un buen número de personas interesantísimas. Agustín nos marco con su singular personalidad que siempre decía lo que pensaba. Nos ayudo mucho y siempre nos buscaba y se preocupaba cuando no nos veía. Gracias por todo, Agustín; no te olvidaremos.
Aquellos que lean estos diarios y están interesados en hacer el camino, les exhortamos que se envuelvan en esta experiencia tan edificante tanto para el lado físico como el espiritual. No se van a arrepentir. Hay que sacrificarse pero al final se olvida todo. Ninguno de nosotros se va acordar mucho de esos momentos que sufrimos pero si de aquellos que nos reímos y que compartimos con otros.
Los que decidan recorrer La Plata, los felicitamos de antemano pero sin olvidar que la caminata requiere una buena preparación física ya que caminar sobre 40 kilómetros ocasionalmente con mochila es fuerte. También una preparación emocional es importante para poder sobrellevar periodos de soledad y la vida en ciertos modos frugal del peregrino que tiene que convivir con muchos otros, en albergues comunitarios por ejemplo, durante esos días. Mas que nada, es necesario tener una buena disposición para que su mente pueda controlar las dolamas de músculos y huesos ("mind over body" como diría Pablo) lo que lo convertirá en un digno platero quizás merecedor de esa exclusiva Orden de los Caballeros (o Mujeres) de la Sangre Vertida en el Camino.
No quiero terminar sin dar gracias a todos los que nos apoyaron enviándonos notas y mensajes a traves de nuestra dirección electrónica. Familiares, especialmente nuestras esposas, han estado siempre con nosotros desde el principio y sin la ayuda de ellas y cooperación no hubiéramos llegado hasta el final. Muchas gracias. Como todos los que han hecho el camino saben, el recibir una nota de un ser querido te transporta a ellos y te sientes que no estas solo en esta aventura.
Que tengan un Buen Camino. Un abrazo de los hermanos Plateros a todos. Manuel, Pablo, Julio, y Juan Antonio se despiden.
Es difícil plasmar en algunas oraciones lo que aconteció en el camino; hay que vivirlo personalmente. Decíamos en el camino que hay que "sudar sangre" y "sufrir en silencio”; lo decíamos en broma pero en algunas momentos fue una verdadera realidad.
Conocimos un buen número de personas interesantísimas. Agustín nos marco con su singular personalidad que siempre decía lo que pensaba. Nos ayudo mucho y siempre nos buscaba y se preocupaba cuando no nos veía. Gracias por todo, Agustín; no te olvidaremos.
Aquellos que lean estos diarios y están interesados en hacer el camino, les exhortamos que se envuelvan en esta experiencia tan edificante tanto para el lado físico como el espiritual. No se van a arrepentir. Hay que sacrificarse pero al final se olvida todo. Ninguno de nosotros se va acordar mucho de esos momentos que sufrimos pero si de aquellos que nos reímos y que compartimos con otros.
Los que decidan recorrer La Plata, los felicitamos de antemano pero sin olvidar que la caminata requiere una buena preparación física ya que caminar sobre 40 kilómetros ocasionalmente con mochila es fuerte. También una preparación emocional es importante para poder sobrellevar periodos de soledad y la vida en ciertos modos frugal del peregrino que tiene que convivir con muchos otros, en albergues comunitarios por ejemplo, durante esos días. Mas que nada, es necesario tener una buena disposición para que su mente pueda controlar las dolamas de músculos y huesos ("mind over body" como diría Pablo) lo que lo convertirá en un digno platero quizás merecedor de esa exclusiva Orden de los Caballeros (o Mujeres) de la Sangre Vertida en el Camino.
No quiero terminar sin dar gracias a todos los que nos apoyaron enviándonos notas y mensajes a traves de nuestra dirección electrónica. Familiares, especialmente nuestras esposas, han estado siempre con nosotros desde el principio y sin la ayuda de ellas y cooperación no hubiéramos llegado hasta el final. Muchas gracias. Como todos los que han hecho el camino saben, el recibir una nota de un ser querido te transporta a ellos y te sientes que no estas solo en esta aventura.
Que tengan un Buen Camino. Un abrazo de los hermanos Plateros a todos. Manuel, Pablo, Julio, y Juan Antonio se despiden.