Diario 8 -- Zafra a Villafranca de los Barros (20.7 kms.)

Antes de empezar a hablar sobre esta nuestra octava etapa, quiero decir que después de recorrer 156 kms desde Sevilla nos sentimos muy bien, entusiasmados y motivados. Este camino es bien diferente al francés--las etapas son solitarias, no se ven gente en el camino, no hay sitio de descanso entre etapas en que puede tomar un refresco o tomar algo, y las etapas son larguísimas. Sin embargo, se ven cosas diferentes, la gastronomía es muy particular y la gente estupenda.

Salimos del convento un poco tarde y nos paramos en el primer bar a desayunar; la temperatura estaba un poco fría. Seguimos por el camino viejo de la sierra tomando como referencia la Torre de San Francisco. Después de una buena cuesta y una bajada impresionante llegamos a un pequeño pueblo llamado Los Santos de Maimona donde nos paramos a descansar y tomarnos un refresco.

Para salir de Los Santos y retomar el camino fue una verdadera odisea, ya que no se ven las marcas del camino o no están bien expuestas. Suerte que la gente que uno se encuentra sabe sobre el camino y nos da instrucciones sin a veces pedirlas. Nos ven perdidos y nos señalan el camino. La gente conoce el camino; esta es una gesta que tiene mas de mil años y es parte de la cultura. Es como pregunta donde es el Caribe en Puerto Rico; todo el mundo en PR sabe donde es (así espero).
El camino sigue recto y llano pasando por muchos olivos, viñedos y encinas. El sol esta furioso y nos ataca con placer; no ha sitio para resguardarse. Yo sigo al frente, Julio segundo y Pablo al final. Entramos finalmente en el pueblo y me detuve en el primer bar para esperar a los muchachos que llegaron rápidamente. Nos refrescamos (cerveza/cocacola) y nos obsequiaron con unas tapas (en todo el sur y casi toda España, es costumbre poner un aperitivo cuando se sirve la bebida; en este caso, nos sirvieron panceta en salsa picante y olivas verdes). Preguntamos en el bar donde quedarnos en la noche y todos coincidieron en la Casa Marín, Hostal privado. No hay albergue municipal público o parroquial en el pueblo.

Antes de llegar al Hostal almorzamos en el bar Riachuelo, cerca de una plaza muy bonita y pedimos una tortilla con jamón y bocadillos de lomo (serranito) y un vino blanco de la región que estaba muy bueno. Ya eran como las 16:00h Seguimos hasta el hostal casa Marín y, al tocar la puerta nos encontramos con los peregrinos franceses que ya habíamos coincidido con ellos y también se quedaban en el hostal. Llamamos a Doña Isabel (la dueña) que vino rápidamente a recibirnos, nos pidió 18 € que yo encontré muy caro y me quejé fuertemente, pero doña Isabel no cedió. Encuentro este precio muy caro así lo hago público; entiendo que hay que cobrar pero igual hay que ajustar mejor los precios.

El hostal es muy bonito y nos dieron unos suite con camas individuales (la utilicé yo y otro cuarto con dos camas contamos con baño privado y TV).

Pablo y Julio se quedaron en el Hostal después de bañarnos y asearnos y yo me fui a buscar la Casa de la Cultura para conectarme a Internet. Llegué a las 20:00h y ya estaba cerrado, perdí el tiempo. Al frente de la Casa, estaban unas personas jugando Petanca y me quede un rato a verlos. Este es un juego muy común en España y Francia donde se tira una bola pequeña y después, con bolas mas grandes y pesadas, se trata de acercarse a la primera bola. El que gana es el que se acerca mas a la bola pequeña.

Regresé al hostal y compré un poco de pan, jamon york y vino de la tierra para comer algo. Cenamos los tres y nos retiramos a dormir, ya eran las 12 de la noche.
Villafranca de los Barros es un hermoso pueblo donde destacan su reformada iglesia (o Catedral como diría Julio) del siglo XVl de la Virgen del Valle con una de las mas bonitas portadas gótica de la zona y la ermita de la Coronada, mudejar del siglo XV pero reformada en el siglo XVlll. Tiene buenos alfareros y mejores vinos.

Hasta la próxima. Manuel