La ruta a Merida pinta bastante suave; es un descenso bastante cómodo de 16.1 kilómetros con una dificultad baja de acuerdo al libro de referencia. Esta muy bien así, porque vamos a contar con toda la tarde para disfrutar todas la riquezas que los romanos dejaron en la ciudad y del museo. Salimos tarde ya que estuve en la Casa de la Cultura en Torremejia para entrar mas diarios en el blog (el Internet en la Casa de las Culturas y bibliotecas en España son gratis). La Casa tiene buenas facilidades y cuenta con un buen numero de computadoras y hay aparentemente muchos talleres de trabajo para la comunidad.
Finalmente salimos a las 10:30 después de desayunar tostadas en el hotel:
Después de caminar por sendas y veredas rodeados de viñedos, llegamos a Merida donde seguimos el curso del río Guadiana hasta llegar a la entrada del puente romano y que es ahora peatonal. Fue construido probablemente hacia el año 25 AC para salvar las aguas del rio Guadiana, coincidiendo con la fundacion de la ciudad. Presenta una longitud de 792 metros con 60 arcos, uno de los mas extensos de la Península Ibérica de esta época romana. Al cruzar el puente, nos dirigimos al albergue "Molinos de Pan Caliente" donde llegamos a las 14:30 y estaba cerrado. Aunque hay un rotulo que dice que abren a las 14:30, Juan, el hospitalero no había llegado. Lo llamamos y nos dijo que estaba corriendo tarde y se aparecía en 20 minutos. Al llegar, le montamos una pelea por su tardanza -- se molesto diciendo que el es voluntario, no cobra nada (una pequeña comisión) y que el es su propio jefe, etc, etc. Seguimos hablando y se le paso el coraje cuando le dimos un coqui y le indicarnos sus elementos afrodisiacos.
Fuimos inmediatamente a almorzar a un bar recomendado por Juan (quizás otra comisión) -- el Asador de Baco (tremendo nombre) en el centro de la ciudad no muy lejos del centro histórico romano. Cominos de primero paella y migas extremeñas con torreznos que estaban bastante bien y es un plato local -- la paella que Julio habia pedido (el es arrocero y siempre que ve paella, la pide) no estaba tan bien; de segundo, carne de cerdo con tomate para Julio y Pablo y rabo de buey para mi. Todo eso con el vino de la casa y postre por 9 Euros.
Después del almuerzo, fuimos a ver el teatro y anfiteatro romano y a la casa del anfiteatro. Un delicioso manjar romano; es increíble como se han mantenido estas estructuras a lo largo de mas de 2,000 años. También cogimos un tren turístico que nos llevo por 45 minutos por toda la ciudad mirando las estructuras importantes e la época romana y del medioevo -- es una forma fácil y rápida de dar un vistazo en general si uno no tiene mucho tiempo. Al finalizar el recorrido, ya se estaba haciendo tarde, entramos como 45 minutos al museo nacional. Precioso. No nos costo nada; la joven en la taquilla nos concedió la entrada gratis ya que no disponíamos de mucho tiempo y eramos peregrinos. Le dimos un coqui y, de nuevo, se le explico sus misteriosos resultados afrodisiacos.
Regresamos al albergue a bañarnos y asearnos. El albergue se había llenado de peregrinos y bicigrinos; creo que habían como 20 personas. Comimos atún (del bueno) con pan de molde (pan de sandwich) que habíamos comprado cerca del museo con buen vino blanco t tinto extremeño. Nos retiramos a dormir.
Sobre Merida: Publius Carisio, por orden del emperador Octavio Augusto, decidió asentar a los soldados veteranos (de mas de 20 años en la legión) de las legiones V (Alaudae) y X (Gemina) en el año 25 AC en el centro de la region extremeña y a orillas del rio Guadiana, naciendo con ello para el imperio romano, Emerita (por los legionarios) Augusta (por el emperador), capital de la Lusitania. La Merida romana, hasta la llegada de los Suevos en el siglo V, donde instalaron la capital de su reino (los Visigodos mas tarde hicieron lo mismo) se convirtió en un importantísimo núcleo jurídico, económico, militar, y cultural. En el siglo Vl, y con Mausona de obispo, arraigara definitivamente el cristianismo que tendrá una especial devoción hacia Santa Eulalia, patrona de la ciudad.
En el siglo Vlll, la pronta ocupacion de la peninsula y de la capital emeritense por los arabes, dirigidos por Muza, traera consigo un cierto declive de la ciudad que en 1230 sera conquistada por Alfonso lX.
Hasta la próxima. Manuel
Finalmente salimos a las 10:30 después de desayunar tostadas en el hotel:
Después de caminar por sendas y veredas rodeados de viñedos, llegamos a Merida donde seguimos el curso del río Guadiana hasta llegar a la entrada del puente romano y que es ahora peatonal. Fue construido probablemente hacia el año 25 AC para salvar las aguas del rio Guadiana, coincidiendo con la fundacion de la ciudad. Presenta una longitud de 792 metros con 60 arcos, uno de los mas extensos de la Península Ibérica de esta época romana. Al cruzar el puente, nos dirigimos al albergue "Molinos de Pan Caliente" donde llegamos a las 14:30 y estaba cerrado. Aunque hay un rotulo que dice que abren a las 14:30, Juan, el hospitalero no había llegado. Lo llamamos y nos dijo que estaba corriendo tarde y se aparecía en 20 minutos. Al llegar, le montamos una pelea por su tardanza -- se molesto diciendo que el es voluntario, no cobra nada (una pequeña comisión) y que el es su propio jefe, etc, etc. Seguimos hablando y se le paso el coraje cuando le dimos un coqui y le indicarnos sus elementos afrodisiacos.
Fuimos inmediatamente a almorzar a un bar recomendado por Juan (quizás otra comisión) -- el Asador de Baco (tremendo nombre) en el centro de la ciudad no muy lejos del centro histórico romano. Cominos de primero paella y migas extremeñas con torreznos que estaban bastante bien y es un plato local -- la paella que Julio habia pedido (el es arrocero y siempre que ve paella, la pide) no estaba tan bien; de segundo, carne de cerdo con tomate para Julio y Pablo y rabo de buey para mi. Todo eso con el vino de la casa y postre por 9 Euros.
Después del almuerzo, fuimos a ver el teatro y anfiteatro romano y a la casa del anfiteatro. Un delicioso manjar romano; es increíble como se han mantenido estas estructuras a lo largo de mas de 2,000 años. También cogimos un tren turístico que nos llevo por 45 minutos por toda la ciudad mirando las estructuras importantes e la época romana y del medioevo -- es una forma fácil y rápida de dar un vistazo en general si uno no tiene mucho tiempo. Al finalizar el recorrido, ya se estaba haciendo tarde, entramos como 45 minutos al museo nacional. Precioso. No nos costo nada; la joven en la taquilla nos concedió la entrada gratis ya que no disponíamos de mucho tiempo y eramos peregrinos. Le dimos un coqui y, de nuevo, se le explico sus misteriosos resultados afrodisiacos.
Regresamos al albergue a bañarnos y asearnos. El albergue se había llenado de peregrinos y bicigrinos; creo que habían como 20 personas. Comimos atún (del bueno) con pan de molde (pan de sandwich) que habíamos comprado cerca del museo con buen vino blanco t tinto extremeño. Nos retiramos a dormir.
Sobre Merida: Publius Carisio, por orden del emperador Octavio Augusto, decidió asentar a los soldados veteranos (de mas de 20 años en la legión) de las legiones V (Alaudae) y X (Gemina) en el año 25 AC en el centro de la region extremeña y a orillas del rio Guadiana, naciendo con ello para el imperio romano, Emerita (por los legionarios) Augusta (por el emperador), capital de la Lusitania. La Merida romana, hasta la llegada de los Suevos en el siglo V, donde instalaron la capital de su reino (los Visigodos mas tarde hicieron lo mismo) se convirtió en un importantísimo núcleo jurídico, económico, militar, y cultural. En el siglo Vl, y con Mausona de obispo, arraigara definitivamente el cristianismo que tendrá una especial devoción hacia Santa Eulalia, patrona de la ciudad.
En el siglo Vlll, la pronta ocupacion de la peninsula y de la capital emeritense por los arabes, dirigidos por Muza, traera consigo un cierto declive de la ciudad que en 1230 sera conquistada por Alfonso lX.
Hasta la próxima. Manuel
